El Docente como Administrador
El docente administrador debe poseer y
manejar ciertas aptitudes; debe dirigir con liderazgo, autoridad y
capacidad asesora, con sentido autogestionario; hacer uso óptimo del tiempo dedicado a los
aprendizajes y de los recursos humanos, físicos, y materiales. El personal
encargado de dirigir una estancia educativa en cualquiera de los niveles y
modalidades de la educación, está obligado a emplear diversas técnicas
administrativas para liderar y optimizar el control interno de la
institución.
Partiendo del derecho fundamental
que tenemos todos de educarnos, sabemos lo difícil que es en un país como el
nuestro, ya que si bien es cierto la educación pública es gratuita, no cumple
con lo fundamental y necesario para que esta tarea se realice, ya sea por
deficiencias administrativas, por falta de docente y por una infraestructura
precaria a la que los niños y maestros deben adaptarse, siendo este el
principal obstáculo para que este derecho se cumpla.
De allí que la administración
educacional, como ciencia educativa, se convierte en un reto ya que debe
introducir los elementos de orden y racionalidad a la educación formal haciéndola
más potente y efectiva. Trabajando con lo que se tiene pero de manera ordenada
y planificada para hacer del que hacer educativo una tarea fácil y en beneficio
del aprendizaje de los alumnos.
Por lo tanto, entender lo que
debe ser la tarea de los administradores es importantísimo, lo determinante en
este caso es el liderazgo que los administradores deben ejercer, Significa que
se deben dar en el director cambios cognitivos y de conductas, desarrollar
habilidades tendientes al mejoramiento de la persona, así como desarrollar una
serie de destrezas personales que lo hagan ser un mejor comunicador, y un
entusiasta con respecto al grupo de colaboradores.
La administración se
relaciona con gobernabilidad y esta con los nuevos balances e integraciones
necesarias entre lo técnico y lo político en educación. Viene a
ser entonces un proceso donde la misión y la visión institucionales se
operan a través de los diferentes actores, es allí donde el docente en su
gestión como líder, su eficiencia y eficacia no se
sustenta en una persona sino en un pensamiento, en una visión compartida y
entonces el no tener autoridad de mando no es el problema, sino en cómo
lograr que esa visión realmente sea compartida y por ende se desenvuelva el
pensamiento ahí está el reto de la administración y la gestión educativa. Tomando en cuenta que la autogestión se puede dar en distintos
niveles, en un determinado contexto educativo, el objetivo último es que el
individuo tome conciencia y poder de decisión, se plantea un vínculo estrecho
con la comunidad englobando distintos tipos de experiencias.
Con este término se designa una serie de
variadas experiencias y movimientos pedagógicos, de distinto alcance, que
pretenden la transformación de la educación, a partir de la participación
directa de los interesados: profesores, estudiantes y padres, en la
organización de todas las esferas de la vida estudiantil.
Se caracteriza por lograr que se enmarque en el
ejercicio de iniciativas y tareas de diversa complejidad, las que son asumidas
gradualmente, el docente se sitúa a disposición de los estudiantes, toma en
cuenta la comprensión empática, se estimula la autonomía, creatividad y la
contraposición crítica de distintos puntos de vista.
Aunque rodeado de peligros, el ejercicio de la
autogestión en los establecimientos educativos es un signo de los nuevos
tiempos, pudiendo asumir distintos tipos: administrativa, financiera, pedagógica
(capacidad de decidir en relación a la planificación, ejecución y evaluación y
adoptar estrategias organizativas del gobierno y particulares).
El administrador debe dirigir con liderazgo, autoridad y capacidad
asesora, con un sentido autogestionario, y hacer uso
óptimo del tiempo dedicado a los aprendizajes y de los recursos humanos,
materiales y físicos.
La transformación se gesta en la institución y no en ninguna otra
instancia del mismo, que para lograrla los administradores debe romper los
viejos paradigmas y tomar la bandera de la excelencia y la calidad, abocándose
con profesionalismo y entrega a producir el cambio.
El administrador educativo debe valorar la importancia administrativa de
la inducción del personal, como estrategia de clima institucional, compromiso
educativo, comprensión del trabajo de su institución y finalmente el
mejoramiento de la cultura organizacional para contribuir a la calidad de la
educación.
En el
ámbito educativo, la asesoría se concibe como un proceso en el que
se da asistencia, apoyo mediante la sugerencia, ilustración u opinión con
conocimiento a los y las directivas o colectivos de las instituciones escolares en busca de
la mejora. Es acompañamiento puede ser realizado por un asesor o especialista o generalista, ya sea
interno (personal de la institución) o externo (persona ajena a la
institución). El proceso inicia acordando la estrategia con el directivo indicando el papel que tendrán ambos ante el
colectivo escolar para realizar el plan de mejora. Es importante presentar una
propuesta de trabajo al colectivo; desde la elaboración del diagnóstico, mediante
la revisión de varias fuentes de información y datos de la escuela,
posteriormente al revisar y analizar la información se detecta la problemática
escolar, hacen un plan de acción, lo ejecutan, le dan seguimiento a las
acciones y evalúan sus logros, lo que puede llevan a un replanteamiento de
acciones en caso de no haber alcanzado los resultados esperados. Este
acompañamiento fortalece el aprendizaje del colegiado, transitando hacia una
gestión autónoma, en la que no se dependa del asesor o asesora para la
implementación de otros proyectos de mejora.
Es importante para el
asesor ser consciente que su rol debe basarse en los procesos de optimización y
cambios dirigidos hacia la reflexión, análisis y toma de decisiones de quienes
son asesorados. Estos procesos de cambio, apropiación de condiciones y
compromisos internos que se acuerden son los que realmente propician la mejora
de los centros escolares, a diferencia de aquellos compromisos, condiciones y
falsos procesos impuestos desde el exterior.
El asesor educativo
requiere especializarse en ciertos contenidos de su área, métodos, técnicas,
procedimientos y desarrollar las habilidades necesarias para animar las
situaciones de mejora de las instituciones y docentes involucrados.
El funcionamiento de la
organización está condicionado por el tiempo y éste al igual que los recursos
humanos materiales, técnicos y financieros son siempre escasos. Por su puesto
de la cantidad de tiempo es una condición necesaria, pero no suficiente para
mejorar la calidad del servicio educativo; se requiere no solo una mayor
cantidad de tiempo para las actividades educativas si no también su uso
pertinente.
Para concluir, el
docente dentro y fuera de la institución educativa es visto como un líder. Es por ello que debe cumplir con una serie de
normativas que le den las herramientas necesarias para garantizar la calidad
esperada al ejercicio de su profesión.
Su capacidad de influenciar, motivar y conducir personas hacia una
determinada dirección debe ser bien evidente, donde se manejara con objetividad
y agilidad para tomar decisiones.
Además de esto, el docente debe proyectar, desarrollar, implantar y evaluar el sistema con que está trabajando, coordinando con
todos los protagonistas de la comunidad educativa y así poder organizar y
programar las funciones que cada uno delegara en pro del cumplimiento de las
expectativas que se del proceso de enseñanza y aprendizaje, recordando que cada
institución educativa, al comenzar un periodo escolar realiza un proyecto macro
que sirve como norte hacia lo que se quiere lograr.
Por último, se debe
notar que es fundamental que el docente como gerente de calidad conozca el
proceso educativo; para tener certeza que todo su esfuerzo está dirigido hacia
el objetivo correcto, es esencial que identifique el ejercicio de todas las
funciones a su cargo y las exigencias que de ellas se desprenden ya que es de
esta forma que podrá estar en constante evaluó para determinar si el modelo de
administración implementado cumple con las exigencias de la realidad presente
en la institución.
MAESTRANTE
PEDRO ROJAS
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