lunes, 14 de julio de 2014

ENSAYO



EL DOCENTE: ADMINISTRADOR, LIDER, ASESOR Y OPTIMIZADOR.
                                                                                Uzcategui F. Marco A.

Todos en algún momento de nuestras vidas quizás nos hemos puesto a pensar y analizar sobre el deterioro que sufren nuestras sociedades, producto de lo que vemos, vivimos y oímos a diario, sobre todo en los medios de comunicación, acerca de la delincuencia, la corrupción, el abandono de los niños,  la deserción y decadencia escolar etc. que ha hecho que hoy en día, vivamos de alguna manera egoístas e indolentes a las necesidades ajenas; es por ello que debemos hacernos la siguiente pregunta. ¿Tiene el docente la capacidad para transformar nuestro mundo?
En todo proyecto que se quiera llevar a cabo en cualquier ámbito de nuestras vidas, se deben aplicar los procesos administrativos, y aun más en el rol del docente se hace imprescindible contar con estos procesos como: la planificación, la organización, la dirección y control. En este sentido, todo docente en su trabajo diario, conlleva de por si un proceso administrativo, por lo tanto, además de un maestro debe ser un gerente en su aula, ya que aparte de tener que emplear estrategias de aprendizajes para sus alumnos, debe también ejecutar acciones dirigidas a la ordenación de esfuerzos, determinación de objetivos académicos y aplicación de normas de conducta y disciplina, con la finalidad de establecer en la institución un proceso escolar eficiente y exitoso.
Se suma a lo anterior el hecho de que el profesional docente debe ser una persona integral, en el influyen las características biológicas, psicológicas, sociales y espirituales, debe estar dotado de conciencia, inteligencia, voluntad, intencionalidad, afectividad y creatividad, en síntesis de una personalidad que obedece a su ubicación temporal en la cual trasciende su vida y espacio que es el lugar donde habita (Alonso, 2003), esa debe ser la responsabilidad de todo docente consigo mismo, la de cultivarse y cultivar todas sus potencialidades que lo ubiquen como formador de seres sociales.
Desde esta perspectiva, el docente debe ser administrador, líder y humano en todos los aspectos de la vida, en especial en el aula, allí representara los intereses del salón, llevara al grupo a la consecución de sus intereses, formara la cohesión entre ellos, mantendrá el orden, los estimulara y motivara a seguir adelante y ciertamente esto se podrá lograr además con un toque de autoridad atendiendo esta como un ingrediente necesario en el rol del docente líder, teniendo en cuenta sin embargo que hoy en día, la autoridad es una cuestión muy discutida al punto de que algunos piensan que la autoridad es incompatible con la educación porque cuarta la libertad del educando e impide el desarrollo de su personalidad. Por el contrario hay quienes piensan que una educación sin autoridad es impracticable, antes un docente por el hecho de ser adulto y ocupar una cátedra ya era respetado. Ahora la autoridad no se impone sino se construye a través del ser bueno en su oficio, el respeto al alumno y al generar orden y motivación en clase.
Todo lo anterior nos demuestra que si bien el docente no representa la única y decisiva manera de lograr los cambios necesarios en este mundo, si es una parte fundamental para lograrlo ya que en él, los padres, madres y representantes de las sociedades depositan lo mas sagrado y preciado que tienen, sus hijos, por lo tanto, los docentes tienen en sus manos a los futuros ciudadanos que tomaran las riendas y dirigirán este mundo, a su cargo esta una gran labor transformadora de mentes, aptitudes y visiones que no solo con eficiencia pedagógica se lograra alcanzar, además con su conducta, su moralidad y su integridad las cuales serán proyectadas y absorbidas además por estos futuros ciudadanos,
Por todo lo anterior expuesto, se espera que todos los docentes, que comienzan esta profesión la elijan  por convicción, pero sobre todo por vocación, que  su entrega al hecho educativo y formativo de nuevos seres sociales, capaces de discernir, de ser personas criticas y pensantes, de ser solidarias, visionarias y responsables, sea total y absoluta, con ello se podrá decir fervientemente, que , si, el docente tiene la capacidad de poder transformar este mundo.

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