viernes, 18 de julio de 2014



REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
MAESTRIA EN GERENCIA EDUCATIVA
CONVENIO UVM - UGMA









EL DOCENTE COMO ADMINISTRADOR



                                                                 AUTORA: BLEYDIS LÓPEZ
                                            CI: 16.513.425
                                         SECCION: A





BARINAS, JULIO DEL 2014




El Docente como Administrador

Las constantes transformaciones del sistema educativo, exigen cada día que el docente se capacite y adquiera las habilidades necesarias para la solución de necesidades y el mejoramiento de la actividad educativa. En éste sentido, el papel del docente no debe reducirse simplemente a la transmisión de conocimientos de una generación a otra, sino que debe orientarse a la formación de principios y valores sociales, a la adaptación del alumno al docente y viceversa.
El docente pasa a ser un modelo para el estudiante y una herramienta valiosa en su formación. Es allí donde la valiosa labor del docente se traduce en planificar, administrar, facilitar y evaluar la formación de sus educandos. Partiendo  de éste enfoque, se hace necesario que el docente organice su trabajo, a partir de las necesidades e intereses de los estudiantes, lo cual le va a permitir propiciar un ambiente agradable, positivo y acorde a las necesidades. Así mismo, el docente debe gestionar diariamente el hecho educativo, mediante una planificación diseñada para aprovechar los recursos con que cuenta.
Por otro lado, un docente administrador debe tener capacidad de innovación y creatividad, con el fin de adaptarse a las exigencias que día a día se presentan en el aula de clases. De igual manera, debe ser capaz de desarrollar habilidades, destrezas, valores y actitudes en los educandos, con el fin de promover en ellos un verdadero aprendizaje significativo. En éste orden de ideas, el docente como administrador debe poseer una serie de habilidades que le van a permitir desarrollar su labor eficaz y eficientemente. Una de estas habilidades es estar en capacidad de dirigir con liderazgo.
De acuerdo con los planteamientos señalados, se puede inferir que el docente desde el punto de vista administrativo, es visto como un líder, al ser el agente transformador con capacidad de influenciar, motivar y sensibilizar a los estudiantes y a todos los miembros de la institución educativa, al mismo tiempo, es capaz de propiciar la toma de decisiones. De allí que, el docente como administrador debe poner en práctica una planificación educativa que genere oportunidades de participación e interacción de los miembros que hacen vida en la institución educativa. Una planificación bien estructurada implica el diseño o planteamiento de objetivos claros que el docente no debe perder de vista.
 A partir del momento en que dichos objetivos se ven desfasados de lo que realmente se plantea, el docente administrador debe estar en capacidad de reorientarlos y tomar las previsiones necesarias para que se logre el propósito deseado.
Tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, es necesario que el docente ejerza funciones administrativas y las relacione con los recursos de enseñanza y aprendizaje, de tal manera que se logre un aprendizaje significativo. Desde ésta perspectiva, la institución educativa es vista como una empresa y el docente es el administrador que debe poner en práctica la planificación, puesto que ésta le permite definir los objetivos o metas y establecer unas estrategias para alcanzarlas. Por lo anteriormente planteado,  es necesario señalar que  existe una estrecha relación entre un gerente y un docente, puesto que ambos comparten roles y funciones similares.
La calidad educativa depende principalmente del docente y de la forma en que éste cumpla las funciones de planificación, organización, dirección, control y supervisión de las actividades que ejecuta diariamente. En éste sentido,  un docente administrador debe tener sentido de autogestión y hacer un uso adecuado de los recursos con que cuenta (humanos, materiales, físicos). Por otro lado, un aspecto muy importante del docente administrador es que es un efectivo gerente del tiempo. Una planificación que no tome en cuenta el tiempo, probablemente no logrará los objetivos planteados. Además, conoce su ambiente de trabajo y promueve la comunicación, la innovación y la toma de decisiones.
Por otra parte, el docente como administrador tiene autoridad, está comprometido con el hecho educativo y está en capacidad de tomar las decisiones correctas cuando se requieran y adaptarse a los cambios que exige el sistema. Otro de los aspectos importantes que todo docente debe tomar en cuenta en su rol de administrador, es el clima organizacional, el cual implica una percepción de cada individuo acerca del ambiente donde se desenvuelve. En éste sentido, el docente debe propiciar un clima agradable a los participantes del hecho educativo. Esto va a determinar el comportamiento, la satisfacción y el nivel de eficiencia de los miembros de la organización educativa. Un buen administrador del hecho educativo, propicia ambientes donde todos tienen el mismo derecho a la participación y a la toma de decisiones.
Además del clima organizacional, es importante señalar que el docente administrador genera el trabajo en equipo, el cual constituye una herramienta muy valiosa en todos los ámbitos laborales y muy particularmente en el ámbito educativo. Desde el aula se propicia la participación de los estudiantes mediante el trabajo en equipo y de allí es proyectado fuera del aula. El trabajo en equipo permite que haya compañerismo, genera entusiasmo y produce satisfacción en el trabajo realizado. También promueve el aprendizaje mutuo y permite acciones asertivas, eficaces y creativas por parte de los que participan.
En conclusión, la administración educativa constituye un compromiso que el docente debe asumir con una actitud de compromiso, responsabilidad y entusiasmo. La puesta en práctica del rol de administrador por parte del docente, permite el correcto aprovechamiento de los recursos y la forma como éste interacciona con los demás miembros de la comunidad educativa. El docente no solo forma la sociedad del mañana, sino a quienes han de dirigirla, por lo tanto, debe ser el reflejo de aquellos a quienes forma. Todo administrador debe conocer la misión y los objetivos que desea lograr, con la finalidad de proyectar, desarrollar, implantar y evaluar dichos objetivos y de ser necesario, reorientar las actividades que se requieran para lograr las metas propuestas.

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