INCORPORACIÓN Y DESARROLLO DEL PENSAMIENTO
ADMINISTRATIVO AL SISTEMA EDUCATIVO
Fundamentación
pedagógica
El
Sistema Educativo Bolivariano tiene su base pedagógica en el pensamiento
robinsoniano, así como en las corrientes del pensamiento humanista social.
Parte de la aserción de que se debe construir una pedagogía propia potenciadora
y humanizadora que ofrezca oportunidades de experiencias que redunden en
cambios significativos y de calidad en la educación de los educandos; que
facilite nuevos aprendizajes que respondan a sus intereses y potencialidades.
Para ello se propone asumir una actitud de reflexión e investigación del
entorno en la indagación de nuevos planteamientos para los cambios posibles. En
este aspecto se destaca la reflexión y análisis de la práctica pedagógica y su
relación con la realidad, lo que implica una interacción continua entre los
conocimientos y experiencias que posee el/la docente y la realidad en la que
actúa. De esta forma se favorece una mayor participación en el proceso de
construcción curricular que debe ser permanente y ajustado a los saberes y a la
práctica, en la búsqueda de su pertinencia académica, social y cultural.
En
este contexto, la educación bolivariana se concibe como un proceso social y
cultural permanente, integral y de calidad, que tiene como finalidad
desarrollar las potencialidades de cada ser humano y garantizarle el pleno
ejercicio de su personalidad, de manera que contribuya al desarrollo de
procesos de transformación social, consustanciados con los valores de la
identidad nacional.
En
esta concepción es necesario la construcción de una pedagogía que recoja los
valiosos aportes de los pedagogos venezolanos y que a la vez tenga la apertura
para incorporar nuevos conocimientos, a partir de un análisis crítico y a la
vez constructivo de los aprendizajes que brinda la propia realidad para
producir teorías que nazcan de la investigación y la práctica docente, que
respondan a las realidades y expectativas de la diferentes comunidades; todo
ello en función de generar y aprovechar oportunidades de aprendizaje
significativos de los niños y niñas, a partir de un proyecto de desarrollo
humano que haya sido discutido y consensuado en un ambiente democrático. Una
pedagogía participativa, que contribuya a fomentar la convivencia ciudadana y
que involucre a los educandos en la resolución de problemas y toma de
decisiones en cuanto éstos afectan a su comunidad. Lo que significa un
currículo, que se acerca al desarrollo del individuo como persona pero también
como sujeto social que se ubica dentro de una cultura determinada y que
participa desde su diversidad como sujeto cultural.
Asimismo
el enfoque de desarrollo humano y social enmarca su fundamentación pedagógica
en perspectivas teóricas que se interpretan manteniendo la coherencia
curricular; así como, explican y profundizan el desarrollo humano tomando en
cuenta su diversidad y complejidad.
Todo
esto en atención a la definición de la educación como elemento fundamental para
el desarrollo del ser social, por lo que se entiende el desarrollo “como un
proceso que se produce a lo largo de toda la vida y que se origina por la
combinación de estructuras biológicas (lo genético) y las condiciones sociales
y culturales (medio ambiente)” (MED, 2005, Pág. 27). Igualmente, Stern, Piaget,
Vigotsky y Leontiev, comparten este planteamiento, de acuerdo a Hernández y
Granier (2003). Esta autora explica que las condiciones humanas de vida son
determinantes fundamentales de las condiciones psíquicas humanas y no son
producto sólo del cerebro humano. En esta perspectiva la relación entre la
herencia y el medio ambiente definen el desarrollo del ser social, la formación
de la persona pues determina la condición humana. Lo que trae el individuo
genéticamente, sus particularidades, las propiedades naturales del organismo,
en combinación con un ambiente rico en aprendizajes y experiencias en la
sociedad humana en la que el niño o la niña se educa, potencian su desarrollo.
Un
elemento importante a considerar para analizar y comprender el desarrollo son
los estadios del mismo, que según Santrock, (2003), se refieren al período de
vida en el cual una persona cuenta con determinadas características. Esto
significa que las distintas características deben estar relacionadas con etapas
específicas de la vida. Para el mismo autor los períodos usualmente definidos
son: prenatal, primera infancia, niñez temprana, niñez intermedia y
adolescencia. Aunque la posición asumida en esta fundamentación es que el
desarrollo se produce durante toda la vida, desde la gestación hasta la vejez.
Igualmente
se considera a Vigotsky (1981) quien planteó la teoría del constructivismo
social-cultural, explicando que los procesos psicológicos del ser humano tienen
un origen social. Sostiene que la finalidad de la educación es promover el
desarrollo del ser humano y que la educación siempre va delante del desarrollo,
por lo que éste se debe potenciar mediante el aprendizaje. La interacción
social con otras personas es fuente de aprendizaje y promueve el desarrollo.
Existe una relación entre el desarrollo, la educación y el aprendizaje; por
ello se deben conocer los niveles de desarrollo del educando, el nivel real se
determina mediante las actividades que hace independientemente, y el nivel
potencial, cuando necesita la ayuda de alguien, pero al final puede lograr
hacerlo independientemente. Es así que la educación promueve los aprendizajes,
actuando en la zona de desarrollo potencial, proporcionando apoyo para fomentar
el desarrollo del estudiante. En este enfoque existe una valoración positiva de
las diferencias individuales, porque aunque en el nivel de desarrollo potencial
la ayuda la aporta alguien más capaz, se parte de que el aprendizaje se produce
entre iguales, ya que el sujeto social que aprende es activo, pero ante todo es
interactivo (Castorina y Ferreiro, 1996).
De
acuerdo a esta teoría la mediación es el proceso por excelencia para avanzar en
el desarrollo, actuando entre el educando y su entorno, sirviendo de apoyo y
ayuda en la organización y desarrollo de su sistema de pensamiento, facilitando
la aplicación de nuevos conocimientos, nuevas capacidades en las situaciones
que se le presenten. Si los educandos aún no han adquirido las capacidades para
organizar lo que perciben, la persona que actúa como mediadora le ayuda a
resolver la actividad que se les plantea, tomando en cuenta sus propias
competencias intelectuales. El concepto de mediación en el campo educativo ha
tenido importantes implicaciones, pues “constituye la base teórica de un
principio pedagógico general: la única buena enseñanza es la que precede al
desarrollo. En este sentido, se plantea el principio de la educación que
desarrolla” (MED, 2005, Pág. 36). En la práctica educativa, la acción mediadora
apoya las potencialidades, el desarrollo de nuevas capacidades, a partir de las
que el educando ya posee.
También
la teoría ecológica de Bronfebrenner ((1987)) sirve de apoyo al currículo, el
cual centra su posición en el análisis de los entornos o contextos en los que
se produce el desarrollo del ser humano, como determinantes del mismo. La
teoría afirma que el desarrollo del ser humano es afectado por las relaciones
que se producen en los diferentes contextos, los cuales se van modificando a lo
largo del ciclo vital, ya que son entornos cambiantes y van configurando el
ambiente ecológico de la persona en desarrollo durante toda su vida.
El
autor estructuró los contextos en: (a) Microsistema o contexto inmediato del
ser en desarrollo, allí se producen un conjunto de interacciones, relaciones
interpersonales directas, significativas donde las personas asumen roles
sociales; igualmente se producen patrones de actividades específicas. Ejemplos:
la familia y la escuela. (b) Mesosistema constituido por un sistema de
microsistemas. Ejemplo: La red entre la escuela y la familia. (c) Exosistema
donde la persona no participa de forma directa, pero todo lo que tiene lugar en
el mismo influye en el resto de contextos de desarrollo. Ejemplo: situación
laboral de los padres, las acciones de la comunidad educativa, el sistema de
protección, los medios de comunicación social, en especial la televisión. (d)
Macrosistema o contexto más global que ejerce su influencia sobre todos los
demás sistemas de desarrollo. Tiene que ver con la cultura, la ideología, las
creencias. Un ejemplo es el país en su totalidad.
Tomar
en cuenta este enfoque significa que el Sistema Educativo Bolivariano sabe que
los educandos están constantemente expuestos a las influencias de las
situaciones que ocurran en su realidad social, no sólo en su entorno familiar,
sino también las que ocurren en otros contextos que puedan o no estar en
relación directa con ellos.
Otro
aspecto importante a considerar en esta fundamentación es la concepción
constructivista del conocimiento que reconoce la acción del sujeto que aprende
sobre su realidad circundante, en ese proceso intervienen su razón (esquemas y
conocimientos previos) en relación con lo real (objetos, personas y situaciones
del ambiente). Ahora bien, esa es una realidad humanizada, tiene una
intencionalidad y una funcionalidad determinadas por seres humanos, por lo
cual, para aprehenderla se requiere de la acción mancomunada, del apoyo de
otros seres humanos o de actores mediadores que ayuden al sujeto en el proceso
de hacer suyos los significados de los productos culturales de dicha realidad
(Ríos, 1997).
En
este contexto la construcción del conocimiento, supone tanto las
características de lo que se conoce como la perspectiva de cada individuo,
derivada de su ubicación en un ambiente ecológico, histórico, geográfico y
social desde donde se construye ese saber. Esta orientación supone la
integración de los cuatro pilares fundamentales de la educación, señalados por
Delors y otros (1996) en el Informe a la Unesco de la Comisión Internacional
sobre la Educación para el Siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer y
aprender a convivir y aprender a ser.
Para
efectos del Sistema Educativo Bolivariano, tal como lo expresa el cuadro
siguiente, se toman como referencia estos pilares y se ubican en una dinámica
pedagógica y didáctica que se produce con el hecho educativo y se fortalecen,
se valorizan dando lugar a la continuidad desde lo humano, real concreto, en un
sistema integral de ejes curriculares que se corresponden con los aprendizajes
fundamentales requeridos por el sistema educativo.
FLOR MARÍA BELLO TORRES
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